Termina una jornada y pasan cosas que no esperabas, cosas frustrantes, como por ejemplo: se reduce tu equipo, esa persona que veías con gran potencial no despega, tus prospectos no cierran, los ingresos bajaron…
Y entonces tomas una de dos acciones:
RECLAMAS: “Oh Dios, ¿Cómo es posible?, lo hice todo, ¿Por qué me traicionan? ¿Por qué no trabajan? ¿Cómo es que pasó? Perdí mi tiempo. Ya invertí mucho y no pasa nada…”
o APRENDES: “Oh Dios, ¿Qué me habrá faltado?, ¿Dónde está el error? ¿Cómo me recupero de esto? ¿Qué acciones mejoraré en este nuevo período?…”
Dice la historia que Thomas Alva Edison hizo casi 2,000 focos “mal”, que no funcionaron, hasta que por fin uno funcionó, y lo demás ahora es una gran evolución… ¿Necio? ¿Obstinado? Quizá, pero estúpido NO, venció cada resultado desafortunado y no fracasó porque hizo solo las tres cosas que, a mi juicio, cualquiera con ganas de éxito debería realizar:
- Aprender del error. Revisar paso por paso todas mis acciones, consideraciones y decisiones. Encontrar dónde puedo hacer un cambio que me acerque a un mejor resultado.
- Investigar con humildad. Acercarme a documentos, personas, información, videos, Etc. Lugares donde podría encontrar respuestas, guía, pero con humildad, no con la arrogancia del ego pensando “claro, esto no funciona, voy a ver a cuántos más no le ha funcionado…” sino con la actitud de “por aquí debe estar lo que me está faltando ser…”
- NO CLAUDICAR (no rajarse). Así es, dar el máximo posible, perseverar, porque el único elemento seguro dentro de la fórmula del éxito es el error. Reducir, eliminar, sortear, SUPERAR los errores te acerca al éxito y, el día menos pensado lo alcanzas.
En la industria donde yo estoy hay retos, frustraciones, caídas que llevan tras de sí algo escondido: formarme como líder para llegar al siguiente nivel. Así que mi reflexión es: “si reclamo por mis resultados desafortunados (y por mucho tiempo lo hice) solo aumentaré mi estancamiento, pero, si aprendo de mis resultados desafortunados (y eso estoy haciendo con empeño), Dios (el universo, la energía, el destino o lo que sea que creas) verá que estoy listo y me llevará al siguiente nivel”.
¡Pero a mí no me creas nada!
Sin embargo, personas como Erick Gamio, han pasado por años de frustraciones, desencantos, mucho aprendizaje y crecimiento personal y, finalmente, han llegado al máximo nivel en todos los sentidos.
A él, a él sí ponle atención al menos por dos minutos…
Bendiciones, salud y éxito para ti.